REAL MADRID | 2 | 0 | ATLETICO DE MADRID |
La esencia del mal de este partido es conocer si el diablo ha jugado a favor del Real Madrid o si el Atlético ha sido abducido por los monstruos internos que poseen a un mediocre Simeone.
El Madrid jugó el partido perfecto del taoismo del futbol mundial. Zidane pudo desarrollar inteligentemente el Yang, el sol del renacimiento de un Madrid que estaba al borde del precipicio. Dos goles púdicos e insoportablemente inesperados, incluso para Oblak. La vocación de Zidane como Lázaro es francamente impresionante. Es un paso de dinosaurio en su mundo tan peculiar.
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